Bienvenido a una nueva forma de pensar distinto

Sólo hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez Humana, pero no estoy muy seguro de la primera, de la segunda puedes observar como nos destruimos solo por demostrar quien puede mas.
Albert Einstein

martes, 29 de marzo de 2022

 

Una nueva forma de guerra denominada "Guerras Cognitivas", dentro del concepto de las "Guerras Híbridas"

 

 

Carlos J. Salazar A.

Prof. Geopolítica y Prospectiva Estratégica

 

Primera Parte. -   29 de marzo 2022

 


Un nuevo campo de estudio, que abarca la psicología dentro del manejo de los conflictos, no solo bélicos, sino también cibernéticos; no sólo dentro del campo de las redes virtuales, sino también dentro del día a día de las relaciones sociales y colectivas, ha nacido.

 

De esta forma, ha sido creada la definición de las Guerras Cognitivas por un coronel de las Fuerzas Armadas Francesas en el año 2014 y aceptada de manera definitiva por la OTAN en el año 2016, y hecho público en el mes de noviembre del año 2021 a través de un manual diseñado por la OTAN.

 

Esta nueva forma de guerra, tiene que ver "no con lo que lees", sino con la forma del "cómo piensas".

 

El "cómo piensas" es el objetivo de este tipo de guerra, diseñada para hacer cambiar "incluso lo que puedas estar viendo como cierto", pero una vez ejecutado el método, YA NO IMPORTA LO QUE VEAS, SINO LO QUE PIENSAS". 

 

Esta forma de guerra (aunque sea difícil de creer) ya se había experimentado en Venezuela durante los años 2002 al 2014; convirtiendo a la nación, en el PRIMER LABORATORIO DEL MUNDO dentro de las teorías de las GUERRAS HÍBRIDAS

 

Este último concepto (GUERRAS HÍBRIDAS) fue creado por dos coroneles de las Fuerzas Militares Chinas, y dado a conocer al público en el año 2000 a través de un famoso libro titulado "Guerras Híbridas". Libro que se convirtió posteriormente en el MANUAL DE PRÁCTICA por la CIA norteamericana en contra de Venezuela.

 

Todas estas teorías (que vienen evolucionando) se están transformando en temas muy complejos; ya que están involucrados campos de estudios que nunca habían estado relacionadas con los conceptos clásicos y tradicionales que estructuran las teorías de la guerra dentro del campo del conocimiento de las Ciencias Militares; como es el caso de la psicología, sociología, lingüística, informática, política, economía, ciencias sociales, arte, cultura y humanidades. 

 

Con estas teorías de las Nuevas formas de GUERRA, se han sumado nuevos campos de estudios que recientemente han nacido, tales como: ingeniería del lenguaje, ingeniería de data, neurociencia, inteligencia artificial (IA), mecatrónica, investigación y desarrollo (I+D), más todos aquellos campos que aún se encuentran por nacer. 

 

¿Por qué ésta nueva realidad?

 

Para entender en parte todos estos hechos que impactan en la psique del común de los ciudadanos, hay que ir al pasado, y leer dos interesantes libros: La famosa novela titulada "1984" escrita por el inglés George Orwell; y el libro "La Tercera Ola" escrita por el estadounidense Alvin Toffler. 

 

Ambos libros han sido la escuela, la guía, la brújula y el norte de países como EEUU., China y toda la Unión Europea... Es decir, nos dirigimos en estos momentos a un NUEVO ORDEN MUNDIAL, que, la actual época pandémica en que vivimos, solo lo ha acelerado.

 

Pues, todos estos cambios que estaban previstos para las décadas 2030 al 2050, se vienen detectando y descubriendo por parte de ciertos gobiernos del mundo que no están dispuestos a ceder ante los planes hegemónicamente diseñados por los pensadores atlantistas (Léase OTAN). 

 

Es por eso que tanto China, como Rusia, India, Irán y Pakistán, se resisten a los cambios pensados, diseñados y planificados durante décadas, donde el único ganador pretendía ser los Estados Unidos, incluso, pasando por encina de todos los países de la Unión Europea.

 

Por eso, los eventos militares que viene efectuando Rusia con la invasión de Ucrania, obedece más a una acción de sobrevivencia estratégica, que a un simple guion expansionista y toma de recursos naturales. El análisis es profundamente distinto. Rompe con lo tradicional de los análisis de política internacional, y pasa a ser una respuesta de geopolítica y de estrategia estrictamente, donde, una nación con poder nuclear, está decidida a actuar con todos los elementos bélicos que posee para contrarrestar una acción futura que involucre nada más y nada menos que la destrucción plena y absoluta de sus habitantes.

 

Estamos hablando de lo que en el pasado se conoció como GUERRA ÉTNICA: la eliminación total de una raza, de una población, de los habitantes de una nación... 

 

Y es esto, lo que Rusia ha descubierto con los 30 Laboratorios Biológicos ubicados a lo largo y ancho del territorio ucraniano, donde se experimentaban con los genes de la raza eslava rusa y se experimentaban con las aves migratorias que realizaban vuelos al territorio central de Rusia, es decir, al corazón de la máxima población de rusos. 

 

Todos estos experimentos tenían como fin último la eliminación del pueblo eslavo ruso, a través de elementos biológicos y bacteriológicos. Pero, aunado a todo esto, se desarrollaba paralelamente y desde la época del presidente Donald Trump, la construcción del odio, repulsión y repugnancia hacia la nación rusa. Para lo cual, ya se habían diseñado los conceptos y las teorías que permitirían elaborar minuciosamente una OPINIÓN PÚBLICA MUNDIAL para desfavorecer (primero) a Putin (y luego) al mismísimo pueblo ruso.   

 

Para esto último (y tal como se está evidenciando actualmente) se diseñó un esquema mundial para la construcción del ODIO contra los rusos, utilizando los medios de comunicación occidentales y todas las redes sociales que se encuentran controladas por los Estados Unidos.

 

Como se observará, es un tema sumamente complejo, donde quizás la ficción y los pensamientos de las teorías de la conspiración, no dejan espacio para lo racional y la lógica del razonamiento humano. Pero, para los venezolanos, y tomando en cuenta la ideología política de cada quién, puede ser visto con más receptividad motivado a que lo han vivenciado, porque han sido objeto de la práctica de los métodos de las Guerras Cognitivas.

 

Lo cual, coloca a Venezuela nuevamente en el Laboratorio Mundial de experimentos diseñados exclusivamente para generar un cambio de gobierno a través de la violencia y la guerra.

 

Recordemos: en Venezuela, ya se han ejecutado todos los experimentos que tienen que ver con el control de masas y manejos del pensamiento.  

 

Es por eso, que lo que se está observando con Rusia, cuando toda la prensa occidental ha enfilado sus baterías comunicacionales para generar la construcción de un odio profundo contra una población, y sumado, a la construcción de un terror hacia un gobierno y una persona en específico como es el caso del presidente Vladimir Putin, puede ser comparado con muchísima facilidad con lo vivenciado por los venezolanos durante los años ya señalados al inicio de este artículo.

 

Segunda Parte. (En próxima publicación)

 

 

** Carlos J. Salazar A.

Ha sido profesor de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA) y profesor de la Academia Militar de Medicina de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela (UMBV)

martes, 9 de febrero de 2016

Spotlight ... la película

Spotlight


Por: Jofre Casanovas
*El Viejo Topo, 29 enero 2016.

“Si se necesita un pueblo entero para criar un niño, también se necesita un pueblo entero para abusar de él”. Ésta es la frase que un abogado le dice a un periodista en “Spotlight”, ilustrando que el drama de los abusos por parte de sacerdotes no solo es un acto perpetrado por un individuo a otro, sino que todas las diferentes partes de la sociedad están implicadas de algún modo. El pueblo en la película es Boston, pero puede ser otra ciudad o localidad de menor tamaño, en Estados Unidos, en España o en cualquier lugar del mundo. 

La película “Spotlight” no se centra solo en los casos de pederastia por parte de curas, fija su objetivo en diseccionar las razones y mecanismos de su encubrimiento sistemático, desarrollando en pantalla la investigación real de un equipo de periodistas durante el año 2001. “Spotlight”, o “foco de luz”, es el nombre con el que se denomina a un equipo de cuatro reporteros del periódico Boston Globe que realiza investigaciones sobre diferentes temas durante meses o años, en función de lo que se necesite. La repercusión de su reportaje sobre los curas pederastas de Boston, publicado en enero de 2002, fue enorme y recibió el premio Pulitzer en 2003 “por estimular una reacción local, nacional e internacional, y provocar cambios en la Iglesia Católica.”
Hasta no hace mucho la creencia seguía una doctrina oficial que hablaba de casos aislados, de manzanas podridas dentro del clero que manchaban la reputación de la institución eclesiástica. Este es el punto de partida de la película “Spotlight”, el seguimiento de un solo caso de pederastia, el cual provoca el inicio de indagaciones acerca de su alcance y su silenciamiento.
Pero, ¿pueden haber más casos? Los periodistas de “Spotlight” recaban testimonios sobre algún caso más y del traslado de párrocos de forma poco habitual como respuesta a posibles casos. Si hay más, ¿cuántos? En un momento de la película, un ex-cura que realiza estudios sobre los abusos en el clero menciona que el problema es de tal magnitud que, según sus estimaciones, afecta al 6% de los sacerdotes. Rápidamente un periodista en la película hace el cálculo de que si hay 1500 curas en Boston, están hablando de 90 sacerdotes pederastas. Ya no son uno, dos o el máximo de once que pensaban. La cantidad de 90 entra dentro de otra escala. La cifra de 6% puede ser cuestionada pero hay otros datos disponibles hoy en 2016 que se pueden considerar para tener una idea del orden de magnitud de la pederastia en el sacerdocio. Un informe del Centro de Investigaciones del Instituto Cristiano de México (ICM)[1] la coloca en un 30% para el propio México, otro del periodista y escritor José Rodríguez indica en 1995 que la cifra en España puede estar en el 7%[2]. El equipo “Spotlight” encontró pruebas y testimonios, dentro de la cifra teórica de 90, contra 70 curas de Boston. Esta cifra indicaría un 4.6% confirmados, cifra que se acerca a la oficialmente dada por la Iglesia. El cardenal prefecto de la Congregación para el Clero del Vaticano, Claudio Hummes, reconoció en 2009 que la cifra de sacerdotes pedófilos es del 4%[3]. Hay actualmente casi 415.000[4] curas en el mundo, 19.000 en España. Es decir, aplicando el 4%, serían 16.600 abusadores sexuales en total y unos 760 curas pederastas en España. Pero esta cifra hay que medirla según la siguiente extraña y cuestionable matización del “promotor de justicia” del Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Monseñor Charles J. Scicluna, al referirse a los casos de pederastia en la Iglesia: “Podemos decir que “grosso modo” en el 60% de esos casos se trata más que nada de actos de “efebofilia”, o sea debidos a la atracción sexual por adolescentes del mismo sexo, en otro 30% de relaciones heterosexuales y en el 10% de verdaderos y auténticos actos de pedofilia, esto es, determinados por la atracción sexual hacia niños impúberes. Los casos de sacerdotes acusados de verdadera y auténtica pedofilia son, entonces, unos 300 en nueve años”[5]. Estas palabras, pronunciadas en 2010, indican que el 90% de los abusos no parecen tener la misma gravedad para la Iglesia Católica, además de haberse escuchado voces pertenecientes a esta institución esforzándose en vincular la pederastia con la homosexualidad[6].
A medida que avanza la película, la idea de casos aislados se desvanece dejando paso a una constatación de que el problema es sistémico. El gran acierto de la película es el tono y la forma de desarrollar la investigación. Sin alejarse por completo ni menospreciar las víctimas, el filme hace un paso atrás para ganar perspectiva y contar un proceso de investigación local sin usar el sentimentalismo, la escenificación dramatizada de abusos o emplear una intriga propia de thrillers para crear una teoría conspiratoria sobre el encubrimiento de los abusos. “Spotlight” es una película humana, donde la carga emocional se crea gradualmente, sin efectismos, de forma palpable, real, logrando que la involucración emocional del espectador se transforme también en intelectual. Su falta de espectacularidad y sensacionalismo es igualmente proporcional a lo absorbente que resulta la película. De factura y ambientación impecable, todos los elementos encajan a la perfección dentro de su medido engranaje gracias a la dirección de Tom McCarthy (“Vidas cruzadas”, “The Visitor”) y un elenco, entre los que destacan Mark Ruffalo, Rachel McAdams y Michael Keaton, que consigue proyectar de forma magnífica el equilibrio de sus personajes entre la reacción humana y el espíritu investigador. Algo más difícil de ver es el esfuerzo del reparto por representar fielmente a las personas que interpretan, periodistas que además se implicaron en la película y quienes habitualmente estaban en el plató de rodaje.
La investigación es el núcleo del filme y es por ello que la película está enteramente focalizada a través de los ojos de los periodistas, no de los curas, sus víctimas, testimonios u otros personajes. La investigación que realizan recuerda a las películas clásicas de periodistas como “Todos los hombres del presidente” (1976), donde las piezas se van revelando poco a poco, dejando que sus implicaciones calen tanto en los protagonistas como en los espectadores, sin pretender crear un golpe de efecto en su clímax. Tampoco tendría sentido, puesto que el mensaje de “Spotlight” no está dirigido solo a los curas ni a la Iglesia, sino al pueblo entero, a la sociedad en su conjunto.
La falta de transparencia con la que la Iglesia ha operado en estos casos, con acusaciones por parte de víctimas que raramente han llegado a las salas de justicia secular, ha llevado a que en la mayoría de casos ha sido la propia Iglesia quien internamente ha administrando su justicia, con un secretismo justificado por el Monseñor Charles J. Scicluna alegando que “El secreto de instrucción servía para proteger la buena fama de todas las personas involucradas, en primer lugar las mismas víctimas […]”[7]. “Spotlight” muestra como en los casos donde había denuncias ante un juzgado, la Iglesia no tardó en llegar a un pacto compensatorio con la condición de firmar un acuerdo de confidencialidad y no divulgación. Su equipo de abogados consigue secretos de sumario, además de cierta ayuda encubierta por la simpatía de personas creyentes que ocupan diferentes posiciones dentro del sistema burocrático y judicial.
Y es en este punto donde “Spotlight” abre la lectura, una vez ha conseguido además descargar catárticamente toda la carga emocional creada con un momento de rabia humana a través de un monólogo de Mark Ruffalo que recuerda al de Richard Jenkins en el vestíbulo de internamiento en “The Visitor”. Boston es mostrada como una ciudad de profundas raíces católicas, donde la Iglesia y los sacerdotes están estrechamente unidos al tejido vivo de la ciudad, tanto a nivel político, en sus instituciones, en el sistema legal como a pie de calle, en barrios y hogares. El resultado es una sociedad que posee una cultura de la vergüenza y del silencio donde las víctimas, si cuentan su caso en voz alta, son estigmatizadas. Las familias quieren dejar atrás lo sucedido, la Iglesia no quiere que se sepa, las instituciones no quieren causar innecesariamente un escándalo y nadie quiere realmente abrir la caja de Pandora mientras se pueda preservar el orden de las cosas y una sensación de normalidad. Todos somos culpables. Incluido los propios periodistas del Boston Globe, que tenían los datos literalmente encima de sus escritorios y decidieron no mirarlos durante años. “Spotlight” tampoco deja de hacer autocrítica. Dentro del pueblo entero, nadie está libre de pecado.
Pero siguiendo el ejemplo de “Spotlight”, se puede hacer un paso atrás más, ampliando el foco a los abusos infantiles y no solo poniendo en su centro los perpetrados por miembros de la Iglesia. La Universidad de Barcelona publicó un estudio en “Clinical Psychology Review”[8], 2009, donde estima que, en Estados Unidos, el 25,3% de niñas y el 7,5% de niños menores de 18 años son víctimas de abuso sexual. Se puede ampliar la perspectiva un poco más. Según un estudio de “Crimes Against Children Research Center”[9], a nivel mundial, un 20% de niñas y un 5% de niños menores de 18 años son víctimas de abuso sexual. El anterior estudio de la Universidad de Barcelona corrobora los datos estimando que, a nivel mundial, el 19,7% de niñas y el 7,9% de niños, menores de 18 años, han sufrido abusos sexuales. Son cifras de vértigo. Pero si “Spotlight” se queda en su ciudad de Boston, se puede volver desde lo general a lo particular: el análisis de la UB estima que en España el 18,5% de niñas y el 13,4% de niños menores de 18 años han sido víctimas de alguna forma de abuso sexual. Los datos están ahí. También la cultura del silencio y la estigmatización.
 [1] Montesinos, Néctar Augusto (13/01/2012), “En México 4,200 sacerdotes cometen algún tipo de abuso sexual con su feligresía”, http://sectas.org/notas/4200-sacerdotes-cometen-algun-abuso.asp
[2] Rodríguez, José (1995), “Resumen de conclusiones estadísticas sobre la conducta sexual del clero católico” del libro “La vida sexual del clero”, Barcelona, Ediciones B, http://www.pepe-rodriguez.com/Sexo_clero/Sexo_clero_estadist.htm
[3] Europa Press (25/06/2009), “Alto cargo vaticano califica la pedofilia como “crimen terrible” y reconoce que afecta al 4% de los sacerdotes “, http://www.europapress.es/internacional/noticia-vaticano-alto-cargo-vaticano-califica-pedofilia-crimen-terrible-reconoce-afecta-sacerdotes-20090625123551.html
InfoCatólica (26/06/2009), “El cardenal Hummes afirma que un 4% de los sacerdotes son pedófilos “, http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=3649
[4] Sscaramizzu, Iacopo (16/04/2015), Vatican Insider, “Aumentan los católicos en el mundo: 1.254 millones”, http://www.lastampa.it/2015/04/16/vaticaninsider/es/en-el-mundo/aumentan-los-catlicos-en-el-mundo-millones-3LwAqGIcwndnJVgwKeGsAO/pagina.html
[5] “Entrevista de Gianni Cardinale a mons. Charles Scicluna sobre el rigor de la Iglesia en los casos de pedofilia” (2010), La Santa Sede, http://www.vatican.va/resources/resources_mons-scicluna-2010_sp.html
[6] EFE/20 Minutos (14/04/2010), ” El Vaticano relaciona la pederastia con la homosexualidad y no con el celibato “, http://www.20minutos.es/noticia/675541/0/vaticano/pederastia/homosexualidad/
[7] Op. cit.
[8] Noemí Pereda, Georgina Guilera, Maria Forns, Juana Gómez-Benito (17/02/2009), “The prevalence of child sexual abuse in community and student samples: A meta-analysis”, Clinical Psychology Review, http://www.cerdanyola.cat/recursosweb/documentos/1/pereda%20guilera%20forns%20%20g%C3%B3mez-benito.pdf
[9] National Center for Victims of Crime, “Child Sexual Abuse Statistics”, https://www.victimsofcrime.org/media/reporting-on-child-sexual-abuse/child-sexual-abuse-statistics
*Fuente: http://www.elviejotopo.com/topoexpress/spotlight/

jueves, 4 de febrero de 2016

Las conspiraciones gubernamentales son reales

Las conspiraciones gubernamentales son reales:

“Por qué duró tanto la guerra fría y por qué EE.UU. quiere otra guerra fría” (*)

 

(Fuente: infografía tomada de actualidadrt.com)

        

Cuando la antigua Unión Soviética (URSS) se derrumbó, Estados Unidos sustituyó la amenaza soviética por la musulmana, pero el cambio resultó insuficiente. 


        En su nuevo artículo, el analista y ex-asesor económico de Ronald Reagan, Paul Craig Roberts, recuerda cómo se despidió de la nación quien fuera general y presidente de Estados Unidos durante dos mandatos, Dwight D. “Ike” Eisenhower, en 1961. En su discurso, el exmandatario advirtió que "la combinación de la inmensa clase dirigente militar y una gran industria armamentística" era "una experiencia nueva" en EE.UU. y que su "influencia total —económica, política, incluso espiritual—" se sentía "en cada ciudad y cada dependencia estatal", con lo cual los órganos de Gobierno deberían evitar que el peso de esa asociación pusiera en peligro "nuestras libertades o nuestros procesos democráticos".

        El analista lamenta que a Eisenhower, quien estuvo "a cargo de la invasión de Normandía", hoy en día le llamarían "un 'teórico de la conspiración'". Así, los republicanos conservadores le hubieran criticado por poner en duda los motivos de "la industria patriótica que protege nuestra libertad", mientras que los neoconservadores preguntarían por qué el presidente avisaría sobre su propio rubro militar en lugar de sobre "la amenaza que presenta el Ejército soviético" y los medios de comunicación insinuarían que 'Ike' "se había vuelto un poco senil".
        Roberts explica que, cuando Eisenhower emitió esta señal de alarma, era demasiado tarde: la guerra fría ya había arraigado en la sociedad estadounidense y la industria militar se había convertido en el sector de interés "más venerado" del país, debido a que "las fábricas de armamento y las bases militares se extendieron por todo el territorio y eran importantes para cada senador y en muchos distritos".

"Hemos vuelto a la guerra fría con Rusia"

        Este economista revela que "nunca existió un peligro real de que el Ejército Rojo invadiera Europa" y que "la guerra fría fue un negocio rentable para muchos, por eso duró tanto tiempo". Para reforzar este punto de vista, cita al diplomático, escritor y consejero gubernamental estadounidense George Frost Kennan, quien predijo en su momento que "si mañana la Unión Soviética se hundiera" en el océano habría que inventar otro adversario, porque cualquier otro panorama supondría "un choque inaceptable" para la economía local.
        Efectivamente, cuando ese derrumbe se produjo en 1991, "la 'amenaza soviética' se sustituyó por la 'amenaza musulmana' y la 'guerra contra el terror' ocupó el lugar de la guerra fría", detalla Roberts, pero recuerda que, a pesar de algunos ataques con banderas falsas y las advertencias sobre "una guerra que duraría 30 años", miles de yihadistas poco armados eran insuficientes para sustituir a una potencia con un gran arsenal de misiles balísticos nucleares intercontinentales, con lo cual "hemos retomado la guerra fría con Rusia".
        El analista destaca que "la propaganda es rápida y furiosa" y las graves acusaciones contra Vladimir Putin y su país "se convierten en titulares, a pesar de que el gasto militar de EE.UU. es 12 o más veces superior que el gasto militar de Rusia", que "no ha manifestado aspiraciones hegemónicas".

"Estas conspiraciones son reales"

        Estas conspiraciones gubernamentales "son reales", "hay muchas más de las que la gente conoce" y están documentadas por los propios autores, confirma el escritor, quien insiste en que los Estados realizan muchos ataques con bandera falsa con el fin de lograr los objetivos que no pueden reconocer públicamente.
        Para Paul Craig Roberts, "cualquier observador con un poco de educación puede reconocer" estas maniobras, pero pocas personas prestan atención a lo que hay "más allá de lo que cuentan los medios oficialistas —"que ya no investigan sino que, simplemente, repiten la historia oficial"—, con lo cual "solo unos pocos se dan cuenta de lo que sucede en realidad y, cuando abren sus bocas, se les desacredita como 'teóricos de la conspiración'", una etiqueta que se emplea para impedir que se investiguen los hechos.
        "Si desean vivir con la libertad que se logró en Occidente tras siglos de lucha, despierten, empleen el tiempo que dedican a actividades menos significativas para tomar conciencia de lo que les están robando. Queda poco partido por jugar. Si no defienden la verdad, no tendrán libertad, ya que no existe libertad sin verdad", concluye este experto.
(*) Artículo tomado de actualidadrt.com
Fuentes:
1.http://www.paulcraigroberts.org/2016/02/02/there-is-no-freedom-without-truth-paul-craig-roberts/
2.https://actualidad.rt.com/actualidad/198690-conspiraciones-guerra-fria-eeuu-militar


miércoles, 26 de diciembre de 2012

“Un comentario espeluznante sobre la matanza de niños en la Escuela Sandy Hook”

Solo para pensar

Recientemente he leído con mucho detenimiento un artículo escrito por el analista político y ex secretario del Tesoro de los EE.UU., Paul Craig Roberts, donde señala de una manera muy puntual, los por menores de una entrevista realizada por él, a la cadena de televisión Russia Today (RT) de Moscú. 
La entrevista, estuvo relacionada con los hechos dantescos y criminales de la matanza de 20 niños y 07 adultos, todos pertenecientes a la Escuela Primaria Sandy Hook del poblado de Newtown en el estado de Connecticut, EE.UU.
Paul Craig Roberts en su artículo, titulado “La agenda impulsada por la prensa. El tiroteo en la escuela de Connecticut”, explica el desarrollo de la entrevista con la mencionada televisora rusa. En dicho artículo, señala:
“… que él sabía, que los EE.UU. constituyen el motor impulsor de las noticias en el mundo; y que los hechos ocurridos en la Escuela Sandy Hook estaban relacionados, más con el uso de las armas, que con los muertos ocurridos en esa escuela…”
Más adelante señala:
“Me sorprendí al ver que el interés de RT de Moscú era difundir la historia oficial de EE.UU. sobre los tiroteos y para preguntarme si yo pensaba que las "armas de asalto" se prohibirían en consecuencia…
…Y que para él, se tenía que comenzar definiendo que era un “arma de asalto”…  
“… Muchas cosas pueden ser un arma de asalto. Un bate de béisbol, un cuchillo, un puño, un pie, un solo disparo de un rifle .22, una escopeta de dos cañones, un atizador para chimenea, un revólver de seis tiros, un ladrillo, una espada, un arco, una flecha, una lanza. Cualquier persona puede continuar agregando muchos elementos a esta lista…”
Pero en su comentario y narrativa de su artículo, acierta es escribir lo que la periodista de Russia Today de Moscú quería realmente saber:
“… La Agencia de Control de Armas de los EE.UU y los Activistas para el uso de las Armas, han definido el "arma de asalto" para la versión de uso civil, como un arma de guerra semi - automática, tal como el AR-15, cuya versión civil se asemeja a la versión de uso militar denominada M-16 y AK-47. Durante el gobierno de Bill Clinton, a la versión civil de estas armas no se le permitía tener características ofensivas; ya que esas características hacían de los fusiles una apariencia militar, y las armas estaban restringidas a usar cargadores que contuvieran no más de diez rondas de tiro. 

Hoy en día, existen en el mercado cargadores con 20 y 30 rondas de tiros. Para un profesional, la capacidad de los cargadores es irrelevante. Pues, solo con la experiencia que una persona pueda tener, es capaz de cambiar un cargador con sólo un clips en un segundo. Un botón es pulsado, y el cargador es retirado para colocar un cargador nuevo, con solo un clip. Por razones difíciles de entender, los defensores y activistas del control de armas, piensan que un cargador de diez tiros vuelve un "arma de asalto" en otra cosa...” 

Hasta aquí, la explicación que da el Dr. Paul Craig Roberts, sobre el uso de las “armas de asalto” en los EE.UU. para el sector civil, deja perplejo a cualquier persona del resto del mundo.
Y la perplejidad continúa, cuando claramente se indica, que la lucha de los activistas contra el uso de las “armas de asalto”, solo se limita a la cantidad y a la capacidad de cartuchos o balas o proyectiles que un cargador para “armas de asalto” debería de poseer.
Y se agrega más, la lucha de estos activistas no es por la eliminación total del uso de todos los tipos de armas en los Estados Unidos.
Es increíble pensarlo, pero todos los hechos de matanza que han ocurrido en los EE.UU. en los últimos años, solo se reducen al control de armas y a su capacidad de tiros para el uso civil.
Todo se reduce a que el asesino de niños en la Escuela Primaria Sandy Hook, tuvo acceso al uso de “armas de asalto”.
Todo se reduce a este vulgar y patético análisis: “Control de Armas”.
Pero jamás se piensa por la eliminación del uso de las armas, por la eliminación de las ventas de armas, por la eliminación de la producción de armas, por la eliminación de cada una de las empresas que se dedican al diseño y creación de armas.
Tremendas contradicciones posee esa sociedad estadounidense, que llora por sus niños muertos en mano de un joven que ha sido enfermado por esa misma sociedad que permite la práctica del uso de las armas; mientras ríe, se enaltece y se enorgullece asesinando niños del resto del mundo.
Tal cual como lo manifestó el periodista norteamericano Larry Hales en su famoso artículo “Más allá de las armas”, cuando escribió:  
“… Cuando el presidente Obama manifestó su condolencia y habló de responsabilizarse de los niños de otros y de dar a los niños la posibilidad de que vivan su vida felices, quizá no pensaba en los niños de Pakistán que han perdido su vida por ataques de los aviones estadounidenses no tripulados.

Tal vez no había pensado en los niños de Gaza, que murieron por bombas lanzadas por Israel pero financiadas por Estados Unidos, ni en los niños de Iraq o los niños de cualquier otro lugar que sufren a causa de las políticas de guerra y la estrangulación económica estadounidenses.

Quizá no haya pensado en los millones de niños que mueren de hambre cada año a causa de la desestabilización neoliberal de las economías de países subdesarrollados.

Seguramente no pensó en los niños de progenitores deportados. O en Trayvon Martin, o Jordan Davis, o en los niños y nietos de Anthony Anderson, que fue asesinado por la policía de Baltimore. Seguramente no conoce el nombre de Ramarley Graham, ni de los muchos cuyas vidas se perdieron a causa de la brutalidad policial. Ni en quienes murieron por falta de atención sanitaria o acabaron olvidados por la paulatina desaparición de las redes de protección social.

Los medios de comunicación no hablan de nada de lo anterior. Aunque, claro está, la vida de un niño palestino no vale menos que la de uno de los niños pequeños muertos en la Escuela Primaria de Sandy Hook.

Sin embargo, el hecho de que parezca depositarse mayor valor en una vida que en otra, y de que los medios de comunicación y los políticos puedan hablar con generalizaciones sobre lo valiosa que es la vida de un menor al tiempo que persisten y ponen en práctica políticas que conducen al sufrimiento de centenares de millones de ellos, no empieza más que estar en el meollo de la cuestión…”

Un estado policial que juega con el terror

El Dr. Paul Craig Roberts también acierta en su artículo, cuando manifiesta que los EE.UU. constituyen el mayor estado policial que la historia de la humanidad haya conocido. Gracias a su poder tecnológico, es capaz de producir cualquier medio y recurso que le permita espiar a su propia población. Su capacidad de espionaje supera a lo que el mundo conoció en una oportunidad cuando existió la Alemania de Adolfo Hitler y la extinta Unión Soviética de Joseph Stalin.
Incluso, la imaginación de George Orwell en su famosa novela titulada “1984”, ha sido superada en la práctica por el estado policial de Washington. La “guerra contra el terrorismo” ha sido la excusa perfecta para crear un estado intervencionista y colonizador del mundo.
Con éste análisis introductorio, se abre una interrogante y un cuestionamiento sobre los hechos acaecidos en la Escuela Sandy Hook, puesto que el cruce de información, tanto de los periodistas que sirvieron ese día como comentaristas de los hechos, así como las entrevistas y opiniones de maestros y policías que estuvieron en el sitio, ha hecho que renazcan nuevas dudas –tal como ocurrió el 11 de septiembre del 2001 con las torres gemelas- sobre las actuaciones de los cuerpos de seguridad de los Estados Unidos.  
Las dudas sobre el joven de 20 años que participó en la cruel matanza de niños y adultos, hacen suponer que no estuvo solo y que fueron utilizadas más de un arma  para tal acontecimiento. 
El equipo médico forense que participo en la experticia del lugar de los hechos manifiesta que todos los niños y todos los adultos fueron asesinados por tiros de fusil. Pero en la escena del crimen se localizaron tres armas: una pistola Glock, una pistola Sig Sauer y un rifle Bushmaster .223.
El rifle de asalto estaba en el asiento trasero de un vehículo y las dos pistolas estaban con el cuerpo del asesino.
Esta situación, ha generado una serie de interrogantes, que hacen suponer la complicidad de una o más personas sobre la matanza ocurrida en la Escuela Sandy Hook. Pues, nadie puede explicar como el rifle de asalto pudo dar al asiento trasero del vehículo y luego el asesino trasladarse nuevamente al interior de la escuela para suicidarse.
Lo cierto es, que los informes oficiales se han cruzado con informes falsos.  Con opiniones y comentarios periodísticos que juegan con la psique del televidente estadounidense común, y el mismo estado, no hace nada para aclarar dicha confusión. Permitiendo de esta manera que se juegue con el terror y el temor dentro de la población. Ocasionando dudas, angustias, desesperación a la hora de tratar de entender un hecho tan terrible, como es la matanza en masa de niños y adultos de una escuela primaria.
Una cultura de las armas. Una cultura de la violencia
Los estadounidenses han sido bien armados desde hace varios siglos. Estados Unidos se forjó a base de conquistar tierras, tierras arrebatadas a sus habitantes originales, que fueron masacrados: hombres, mujeres y niños. Naciones y pueblos enteros desaparecieron a través del uso de las armas de fuego, el uso de cuchillos y una forma incipiente de guerra biológica, según la cual, se empleaban materiales contaminados para introducir enfermedades extrañas en los pueblos indígenas.
La esclavitud se mantuvo con la fuerza de las armas y con una violencia atroz que fue testigo de la aparición del primer cuerpo policial normalizado: los cazadores de esclavos. Hasta el día de hoy, ha sido la violencia lo que ha mantenido la hegemonía política y económica estadounidense en la mayor parte del mundo.

El predomino de Estados Unidos está al servicio de una clase reducida que debe sus orígenes a la fundación de Estados Unidos y del capitalismo. Estados Unidos y Europa occidental no deben su riqueza a la ingenuidad, ni a la supremacía de las poblaciones de sus respectivos países, sino a la agresión descarnada, al robo, a la esclavitud, a la violación y al genocidio.

Así es como nació la cultura de las armas, una cultura de la violencia. No es más que el simple reflejo del actual orden social mundial.

Escrito por: Lcdo. Carlos Salazar